domingo, 20 de diciembre de 2015

El regalo

Faltaban pocos días para la llegada de la navidad cuando mis sospechas se hicieron ciertas... Un pequeño objeto me decía que dentro de mí había "alguien" aun más pequeño creciendo, viviendo, latiendo...
Al principio, lloré. Sí, lloré de miedo, de alegría, de no se qué más, pues es una mezcla de sentimientos que, créanme, es muy difícil explicar. Fueron unos minutos de "rara angustia" y de lágrimas, que a los pocos segundos se tornaron risas y abrazos de felicidad.
Ahora, el saber que en unos meses seré mamá y tendré a mi bebé en brazos, me llena de dicha... ¡Yo! ¡Mamá!
Y a pesar de que aún faltan algunos mesecitos (la palabra muchos en este caso se me hace grande), espero la que sin duda será la mejor cita de mi vida, una cita a ciegas que sin duda me llevará a conocer al amor de mi vida.
Y ahora, mientras me sorprendo hablando bajito como si pudieras escucharme, y mi pensamiento va mucho más allá de todo lo que nunca pude imaginar, me pregunto si seré una buena mamá para ti, si sabré cuidarte como te mereces, si sabré protegerte para que nada malo te pase... Si sabré devolverte la felicidad que nos has hecho sentir al saber de tu existencia. Dudas que sólo el tiempo y el tenerte conmigo podrán resolver.
Mientras tanto, papá y yo, felices de saber que serás lo mejor que nos pase en la vida y que aunque aún ni tu mism@ sepas que existes, creemos que has sido el mejor regalo de estas navidades, y que sólo será superado por ese maravilloso momento en que podamos tenerte entre nuestros brazos, abrazarte, besarte, olerte... Aún no sabemos si será el niño más guapo del mundo o la niña mas preciosa del planeta, lo que sí sabemos es que si algo no te va a faltar jamás es amor.
Porque aún no te he visto y ya te amo, mi pequeño trocito de vida.

martes, 17 de noviembre de 2015

Las vueltas de la vida

Tendré que creer a la próxima persona que me diga que la vida da mil vueltas...  Y es que a veces, te encuentras en esa situación en la que no sabes que hacer con tu vida, no sabes que camino coger y sólo vives aferrad@ al pasado... Y tiras la toalla. Ya no tienes ganas de seguir buscando ilusiones, te cansas de oír palabras que no llegarán a ningún lado y tu felicidad está tan lejos que ni siquiera la ves mientras tu pereza te dice que no merece la pena salir en su busca. Y piensas "Si de aquí para atrás nada me salió bien, ¿por qué tendrían que cambiar las cosas ahora?"
Y te sientas a ver la vida pasar...  Hasta que un día llega esa persona que te hace abrir los ojos y que hace que veas que la vida también desprende luz.
La misma persona que hace que valores cosas que antes no valían nada, o eso te hicieron hecho creer, incluid@ tú mism@... Y va haciendo que cada día te enamores mas, y la ilusión ya no tienes que buscarla, porque te sale por cada poro de tu piel, y así todos los días... Y te va ganando con detalles, tal vez insignificantes, pero que para ti valen un imperio: un beso antes de ir a trabajar y al llegar, docena y media de abrazos antes de dormir, contar las horas para llegar a casa porque sabes que en el sofá hay alguien esperándote, miradas acompañadas de sonrisas 'porque si'...
Y entonces te das cuenta que "no puedes odiar a todas las rosas porque una te pinchó" y que por muy larga que sea la tormenta, cuando menos lo esperas, aparece ese rayo de sol pintando un arco iris de color en tu vida y que la vida, de su mano, es mucho más bonita y fácil, sobre todo cuando esa persona que está a tu lado hace que así sea... Y el miedo ya no existe, el miedo se pierde en las miradas. Y así un día, y otro, y otro, porque no hay nada más bonito que enamorarse cada día de la misma persona.

P.D: Siento escribir poco, pero estoy ocupando mi tiempo en ser feliz.

domingo, 2 de agosto de 2015

Antes y ahora

Cuando son las 18.30 de la tarde y en el jardín hace un calor asfixiante, decido tumbarme en la cama y, simplemente, clavar la mirada en el blanco techo de mi habitación.
De repente, empiezan a invadirme preguntas que, no tengo la necesidad imperiosa de contestar, pero que si me gusta remolonear y acomodarme, como si de un suave lecho de algodón se tratase, en esas respuestas que ya sé, pero que me encanta sacar a relucir de vez en cuando.
Y entonces reflexiono sobre mi "antes" y mi "ahora"...
¿Cómo es posible que antes mirara al futuro con con mil dudas, incluso con temor, mientras ahora tengo la ilusión de un mañana, de realizarme plenamente, de ser yo y lo que quiero ser?
Y es que ahora, realmente soy yo, si, puedo decir que soy yo, sin miedos, sin tabúes, con la cabeza alta y la sonrisa bien puesta. Porque hoy, recibo tanto como doy (y no es poco), porque sé y me hacen ver el valor que tengo, porque tengo a mi lado alguien que cree en mi y a la que le debo y dedico cada sonrisa, cada suspiro, cada ilusión...
Y es en este preciso y precioso momento cuando me doy cuenta que mirar atrás es bueno, para querer aun más y creer en lo que tengo.
Antes y ahora... Negro y blanco... Noche y día... Así lo defino, porque mi "yo" de ahora nada tiene que ver con aquella que temía al mañana. Porque nada es comparable a lo que fue. Ya mis ojos no brillan por el amago de un llanto, sino por todo lo que me provoca saber que hoy SI SOY. Y es que donde ayer hubo lágrima, hoy florecen sonrisas.



sábado, 18 de julio de 2015

Un aplauso

Un aplauso por todas esas miradas que saben leerte el alma y hablan más que la boca...
Un aplauso por todos esos abrazos que te dicen que jamás estarás sol@ y te acercan a otros corazones...
Un aplauso por todas esas palabras que son hechos cumplidos y no quedan como humo en el aire...
Un aplauso por esas sonrisas que durante el tiempo que duran te hacen evadirte del mundo que te rodea... (Y del mundo en general, también).
Un aplauso por esos besos que se dan con el alma en los labios, que nacen de lo más hondo... Por todos esos besos sinceros.
Un aplauso por todas esas caricias que hacen erizar la piel...
Un aplauso por esa voz, que es capaz de alegrarte el día desde el momento en que la oyes, ya esté a centímetros de ti o a miles de kilómetros de distancia...
Un aplauso por todos esos buenos momentos atesorados en nuestra memoria...
Un aplauso por todas esas personas que no te secan las lágrimas, sino que evitan que las derrames...
Un aplauso por quien ayer no daba un duro por un mañana soleado, y hoy, gracias a su valentía logró dejar las grises nubes atrás...
Un aplauso por todas las personas que no pierden la sonrisa a pesar de los problemas...
Un aplauso para todos esos que superan miles de obstáculos y al final del día siguen con fuerza y de pie...
Un aplauso por quien a pesar de las caídas, sabe levantarse, incluso también para aquellos que a base de tropiezos ya sabe caer con estilo...
Un aplauso por todas esas risas tontas compartidas...
Un abrazo por todas esas tardes/noches de 'pelis' en el sofá en la mejor compañía...
Un aplauso por todas esas canciones que nos llevan junto a alguien...
Un aplauso para quien, a pesar de la distancia, está ahí, por es@s amig@s de verdad...
Un aplauso por todos aquellos que ayer eran desconocidos y hoy son mucho mas que simples amigos...
Un aplauso por quien habla con la verdad por delante, por todas esas personas transparentes...
Un aplauso, sobre todo a TI, por quererme tal y como soy y sobre todo, por saber aguantarme con toneladas de paciencia.

miércoles, 1 de julio de 2015

¡Qué suerte la mía..!

Y entonces pasa que cuanto más te conozco más me gustas, y cuanto más tiempo paso contigo más me cuesta separarme de ti. Y ahora sé que eres lo primero que quiero ver cada mañana al despertar, y es que me puedo pasar horas mirando como duermes... No me importaría despertar cada mañana con el sonido de tu risa, porque cada minuto que paso contigo me sirve para darme cuenta que eres tú a quien quiero en mi vida. Y si, sé que puede sonar muy empalagoso pero es la verdad quien habla.
Y sin darte cuenta, llega ese momento en el que piensas que jamás llegaría ese día en el que la sola presencia de esa persona haría que tu cara luciese la mejor de las sonrisas, que sólo bastaría una mirada suya para darte cuenta que sólo en esos ojos verdes quieres reflejarte y perderte para siempre, que el sonido de su voz, de su risa es la música que siempre quisieron tus oídos y que ese aroma tan suyo sería el que te guiara a ciegas, que es el roce de sus manos con las tuyas lo que te hace cerrar los ojos y dejarte llevar por caminos desconocidos y que serían sus besos con los que quieres dormirte cada noche.
Porque estoy segura que valdrá la penaporque lo veo día a díaaunque "valer la penano sea la mejor expresiónya que cuando estoy contigo la pena no existe
Y pienso que no pude tener más suerte aquel día y que quiero muchos mas momentos contigotodos mejor dichoPero eso sicomo ya he dichoCONTIGO.
Porque voy a quererte hasta que el corazón aguante y aún másporque nadie me ha tratado como , (no  si me lo merezco o no), pero contigo mis días tienen otro colorotro sabory mis ganas de quererte van en aumentoY es que  haces que lo pasado quede atrás y en mis ojos se veano la ilusión de un mañanasino de un mañana tras otrome ayudas a pisar firme y segura, tú me haces sentir especial consigues que crezcan en mí sentimientos que ya creía dormidos, tú, que no me secas las lágrimas porque haces hasta lo imposible por evitar que las derrame.
¡Qué suerte la mía de que fueras  esa persona adecuada en el momento adecuado! ¡Qué suerte la mía que te dejes querer y me quieras!

jueves, 25 de junio de 2015

Añoranza...

Tristeza, pena, añoranza... En estos días en los que los niños llegan para pasar sus "Vacaciones en Paz" y tú no llegarás. No subirás a ese avión que durante  cuatro maravillosos veranos te trajo con nosotros, con tu familia de España.
Y en estos días, vienen a mi mente esos días previos a tu llegada, esos momentos de nervios y ansias por abrazarte, el llegar de madrugada al aeropuerto y mirar cien veces a que hora llega el avión, el buscarte entre los niños cuando empiezan a salir, algunos temerosos otros, buscando la cara de algún familiar que le espera... Y de pronto ahí estabas tú y tu eterna sonrisa.
Viene a mi mente ese primer encuentro, tú tan pequeñita, yo con la ilusión de la primera acogida. Y me enamoré, si me enamoré de ti al verte, y sobre todo al conocerte.
Hoy, me alegro por todas esas familias que esperan a sus niñ@s en estos días, pero me entristece enormemente saber que yo no viviré esos maravillosos momentos de espera, de reencuentros.
Y me pregunto, ¿cuánto tiempo tardaré en acostumbrarme a no esperarte cada verano? ¿cuánto tiempo  tardaré en darme cuenta que ya no eres esa niña pequeña con coletas que vino por primera vez?
Y lo que más me cuesta es entender, ¿por qué te tocó una vida tan distinta a la mía?
Y pasará un verano y otro y otro y seguiré echándote de menos, esperando ese reencuentro que espero no tarde en producirse, deseando ese abrazo que espero darte más pronto que tarde. Porque aunque crezcas, aunque pasen los años, siempre SIEMPRE la respuesta a tu pregunta: "¿Yo todavía soy tu princesa?" Será SI. Porque ni el tiempo ni la distancia cambiará nada.

sábado, 13 de junio de 2015

A ti, americano; a ti, abuelo...

Dicen que el tiempo lo cura todo pero... Los días pasan y yo sigo necesitando tus abrazos, tus besos sinceros. Y es que hay días en los que me hace falta una sonrisa tuya, esa sonrisa serena, apacible, rebosante de bondad y humildad... Esos días en los que aún espero verte sentado en la mecedora del patio, o llegando de pasear a la perra, o en el sitio de tu "recreo".
Días como hoy, en los que lo que más me gustaría es sentir como me pinchas con tu barba de pocos días, mientras aprietas el beso para que yo no pueda escaparme tan pronto, dejándome para largo rato tu olor en la nariz.
Porque aun con casi 30 años, sigo necesitando de ti y me haces mucha falta... Si pudiera pedir un deseo, volvería atrás, y aprovecharía mas el tiempo junto a ti. Sé que el año en el que estábamos a muchísimos kilómetros de distancia se te hizo largo y contabas los días que faltaban para mi llegada... Y yo, contaba los días para tu abrazo. Porque aunque tú no lo creas, me haces falta, muchísima falta y no sólo a mi, sino a tus nietos y nietas, a tus hijos y hermanos, a tus amigos... A la abuela, que aunque intente disimularlo, a veces la oigo llorar.
Pero sé que desde allá arriba estás cuidando de todos y cada uno de nosotros, sé que estás conmigo y que sonríes y asientes con la cabeza cuando me ves sonreír y ser feliz. Si abuelo, no me cabe la menor duda que tú has tenido mucho que ver en toda esta maravilla que ahora, y por fin, estoy viviendo. Porque sufrías conmigo cuando tropezaba y me veías llorar, y ahora sonríes conmigo y te alegras, lo sé.
Hoy, en el día de tu santo, no puedo darte ese abrazo deseado, ni merendaremos contigo ese bizcocho hecho por mi madre, pero si puedo decirte que te quiero, que te echo de menos y te mando un beso de esos que no se han dado jamás... Y miro tu foto y sonrío, porque así es como te gusta verme, aunque a veces te hable y alguna lágrima se escape mientras pienso, " eres de esas personas que no debió irse tan pronto".
Te quiero abuelo, que si soy como soy en parte, te lo debo a ti, porque de ti aprendí que perdonar se puede y que vivir sin rencores es vivir mejor. Gracias, mi americano, por enseñarme ese don natural tuyo que es la humildad. Gracias por ser mi abuelo.

martes, 9 de junio de 2015

¡Felicidad qué bonito nombre tienes!

¿Cuándo sabes que eres feliz?
Cuando cada minuto, cada hora, cada día que pasas con esa persona sientes que vuela, que se va en un suspiro...
Cuando despiertas y ves su sonrisa a pocos centímetros de ti y piensas: "Esto es lo que quiero ver todos los días"...
Cuando cambias desayunos por "besayunos"...
Cuando tienes la sonrisa como cosida a la cara a cada instante y sabes que el motivo es esa persona que tienes al lado...
Cuando te mira y el día se te ilumina por completo por muy nublado que esté, eliminando nubes, tristezas y tormentas de un solo plumazo...
Cuando el tiempo que no está contigo sientes que el reloj no avanza, y que las agujas andan despacito (eso no es felicidad, pero sabes que está ahí y su reloj tampoco corre)...
Cuando suena el teléfono y es quien esperas, y oyes "tenía ganas de escucharte"...
Cuando cada minuto que pasa estás mas convencida y segura de saber porque nunca antes funcionó con nadie más...
Cuando las palabras no dicen nada y son los hechos los que te indican que vas por buen camino...
Cuando, aun sabiendo que no es todo color de rosa, siempre están sus brazos para refugiarte...
Cuando entre los dos, las cosas mas bonitas son dichas en silencio...
Cuando los "te quiero" salen solos...
Cuando cada día das las gracias por haber tenido la suerte de que se cruzara en tu camino...
Cuando crees firmemente que una casualidad se ha convertido en lo mejor que te ha pasado en la vida.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Bendita casualidad...

Ya no sé que decir que no haya dicho antes... El hecho de saber que llevas seis meses siendo la causa de mi felicidad y que estos seis meses han sido lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, me deja corta de palabras.
Seis meses en los que parece que me cosí la sonrisa a la cara, seis meses desde la más bonita y perfecta de todas las casualidades.
Y es que conocerte fue inesperado, pero si volviese atrás, créeme que no sería una simple casualidad, porque llegaría a ti fuera como fuera, aunque hubiese tenido que madrugar tres horas mas, aunque el frío de ese día me hubiese congelado hasta la respiración, sólo si hubiese sabido que viviría esto contigo.
"¿Dónde has estado antes?", nos preguntamos, y yo a esa pregunta sólo puedo contestar que eres la persona adecuada en el momento adecuado, que llegaste cuando más lo necesitaba y también, cuando menos lo esperaba.
Nadie como tú que sepa "aguantarme" con la paciencia que tú lo haces, aun sabiendo que te desquicio, la mayoría de las veces a cosa hecha. Nadie que me mire con la fuerza que tu lo haces. Nadie que me haga tan feliz como tú, sobre todo cuando estas a mi lado.
Y es que todo me gusta de ti, hasta tu mala memoria, ni siquiera eso cambiaría de ti. Puede sonar a tópico, pero eres todo lo que he buscado y que jamás me perdonaría perder y porque ya es difícil concebir un día en el que no estés. Has conseguido que vaya dejando atrás miedos e inseguridades, temores y fantasmas, para convertir mis días en días de sol.
Te quiero, no simplemente por como eres, sino por como me quieres. Y es que alguna vez la suerte tendría que estar de mi lado, lo que no sabía era que venia de tu mano.
Te quise estos seis meses y te voy a querer "muchos seis meses más", y es que ya que te encontré no puedo, ni quiero separarme de ti.

sábado, 2 de mayo de 2015

Este año no.

Y hoy, buscando algunas cosas, tuve la tentación de abrir tu cajoncito... Y ahí estaban todas tus cositas: pulseras, pendientes, dvd's, muñecas, tu monedero, que aún tiene algunas monedas en su interior, las mismas que tu dejaste... Tu cajita secreta y algun que otro juguetito pequeño. Incluso tu pijama. Todo tal cual tú lo dejaste. Y me invadió una tremenda nostalgia.
El verano se acerca, y con él, "Vacaciones en Paz" y tú no vendrás en uno de esos aviones cargados de niños y niñas que esperan pasar un verano diferente, que esperan con ilusión el reencuentro con sus familias españolas, y me entristece. Me entristece saber que yo no tendré esos nervios por volver a tenerte conmigo, que no esperaré ansiosa la madrugada en la que tú llegues, que para mi no existirá "la cuenta atrás", y me duele, me duele enormemente saber que este verano, y ya van dos, tampoco disfrutaré de tus besos, tus abrazos, tu sonrisa y tu risa contagiosa.
Me duele hacerme a la idea que no vendrás.
Y ya veo como las familias esperan y celebran la llegada de sus pequeños. Algunas nerviosas por ser el primer año; otras nerviosas por volver a abrazar a quien ya consideran de su familia, como quien espera a un hijo o hermano al cual lleva casi un año sin ver. Eso es lo que fuiste exactamente y seguirás siendo para mi: mi niña pequeña, mi hermanita mimada, mi dulce princesa.
Ojalá yo también pudiera celebrar nuestro reencuentro... Porque casi hace ya 5 años que vi tu carita por primera vez, y año tras año esperaba impaciente el momento de tu llegada. Mezcla de nervios e ilusión. Y ya al verte, supe que serías especial. En nada me equivoqué.
Ya por estas fechas comenzaba a contar los días. Mi niña venía, volvía a la que siempre fue y será su casa. Mi niña dejaba atrás el seco y caluroso desierto para pasar un verano mas entre nosotros.
Hoy, la nostalgia y la tristeza se apoderan de mis letras, hoy desearía mas que nada volver a abrazarte, hoy, como en estos días previos a la llegada de los niños, te espero, pero tu no llegas. Hoy te echo mucho de menos. Pero hoy, también toca concienciarme y hacerme a la idea, que... este año no.

viernes, 24 de abril de 2015

Homies

¿Quién dijo que en la distancia no hay amigas? ¿Quién dijo que para que una amistad sea de verdad tiene que haber contacto físico?
Un comentario por aquí, una carcajada por allá, riñas, risas y temas serios, pero siempre de frente y sin tabúes. Así son ellas. Locas, divertidas, maduras, sensatas, fieles y sinceras. Da igual cuanto pueda doler la verdad, no maquillan sus sentimientos, pero siempre con el cariño y la confianza de una buena y sana amistad.
Jadi... Mi Jadita, la leona de Jerez. Sabe poner su puntito picante de locura en cada momento. No utiliza máscaras y es capaz de hacerte reír aun en los momentos menos dulces. Seria cuándo tiene que serlo. Una loca sin remedio.
Lala... Lalita! Inocente y demasiado buena. Coloca una sonrisa en el grupo desde muy temprano. Dulzura sin fin. Y es que es de aquellas amigas que tod@s querrían tener en sus vidas. Diplomacia y elegancia.
Uxía... Uxi, Uxi... Si no le gusta algo, jamás tendrá problemas para decirlo, es... Una loca muy cuerda. Sabe hasta donde llegar manteniendo sus ideas y convicciones. Pone paz cuando el grupo lo necesita, amansa los ánimos, pero también los caldea si lo cree conveniente.
Nadhira... Nadhi simplemente enamora. Confianza a primer contacto. No pretende llevar la vida de nadie, pero que dejen la suya en paz. Claridad y honestidad. Nadhi vive de frente pensando que a quien le guste, bien, y a quien no, pues que mire hacia otro lado.
Todas muy diferentes, pero con algo en común y es la belleza. Pero no la belleza exterior, de la cual van sobradas; si no de la más importante, una belleza interior envidiable y toda esa belleza está encerrada en unos inmensos corazones, llenos también de respeto máximo. De eso no cabe la menor duda.
No todo el mundo tiene la suerte de tener unas 'homies' como las mías, así que me siento afortunada, por tenerlas cada día, casi a cada minuto. Yo creo que, ni elegidas hubiésemos caído tan bien. Cada una con sus cosas, sus risas y sus calentamientos de coco. Cinco historias distintas que tuvieron la inmensa suerte de encontrarse. De todo un poco. Y es que así son mis 'homies', diferentes y únicas y con una personalidad que ya quisieran muchos y muchas. Y es que... ¡Ellas son muy grandes!

lunes, 20 de abril de 2015

Es cuando estoy contigo...

Es cuando me hablas, cuando mi mundo gira más despacio y las nubes que intentan hacer de mi día un día nublado, se esfuman y desaparecen dando paso a un sol espléndido.
Es cuando me miras, cuando me pierdo en la profundidad de tus ojos, la misma que me atrapa y de la cual no quiero salir y es entonces, cuando  le pido al tiempo que se detenga en ese mágico instante.
Es cuando me acaricias, cuando toda mi piel se pone de gallina y me siento mas segura que nunca, cuando los suspiros se escapan al aire en un viaje sin retorno.
Es cuando me besas, cuando definitivamente quiero parar el mundo, detener las agujas del reloj y atesorar cada roce de nuestros labios como si del último se tratase.
Es cuando me abrazas, cuando no quiero salir del abrigo de tus brazos, que me rodean diciéndome que estás ahí, como si trataras de protegerme de todo aquello externo a nosotros y que está fuera de nuestro mundo.
Es cuando me sonríes, cuando me doy cuenta que la perfección sí existe y se dibuja en tu cara, trazando en tu rostro la más dulce y maravillosa de las sonrisas.
Es cuando pienso que estás conmigo, cuando no necesito nada más, que estás y por eso soy feliz.
Y, sobre todo, es cuando estoy contigo, cuando real y verdaderamente, SOY.

P.D. Es lo que tiene soñar contigo... Que me despierto inspirada.



sábado, 4 de abril de 2015

Y entonces caigo en la cuenta...

Y te veo sonreír... Y es entonces cuando caigo en la cuenta de que quiero ser la razón de muchas de esas sonrisas, que no quiero otra que no sea la tuya... Y caigo en la cuenta de que me gustas cuando te "enfadas" y me miras de reojo esbozando una sonrisa... Y me miras fijamente, aun sabiendo que ello me pone un poquito nerviosa. Y de nuevo caigo en la cuenta de que es en la claridad de tu mirada verde donde siempre quiero verme reflejada.
Y sé que es lo que quiero. Porque cada minuto junto a ti se convierte en un abrir y cerrar de ojos y cada momento que paso lejos de tu lado se convierte en una vida entera. Y es que a tu lado me siento dichosa, querida, puede incluso hasta que exagere, pero puedo decir que me siento la mujer más feliz del mundo.
Y es que no cambiaría nada de ti, porque después del vendaval llega la calma y tú eres esa calma que yo necesitaba. Tanto camino recorrido, tantas espinas y lágrimas, tantos tropiezos hasta llegar a ti. Y hoy digo que, si para llegar a ti no he podido ahorrarme el dolor y el sufrimiento pasado, todo, absolutamente todo ha merecido la pena si eres tú quien estaba ahí para cogerle de la mano y caminar conmigo.
Y de nuevo caigo en la cuenta de lo caprichoso que puede ser el destino, al que un día se le antojó que tú y yo cruzásemos más que palabras y miradas. Y es entonces cuando caigo en la cuenta que tú estabas ahí para mi, y yo llegué para ti. Y es entonces, cuando sonriendo caigo en la cuenta, que irremediablemente, te quiero.
Y no se si te quiero como nunca quise a nadie, porque nunca sentí así. Porque todo me parece demasiado bueno para vivirlo yo. Porque tengo miedo de que sea un sueño y al despertar, el sueño se desvanezca, y con el.
Y por último, caigo en la cuenta de que un sueño no puede ser tan real, tan real como esto que siento, que sentimos. Y es que te lo repito una y otra vez, eres casualidad más bonita que llegó a mi vida. Y no, no es casualidad que te quiera como te quiero porque que andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.... ¡Qué gran verdad!