viernes, 24 de abril de 2015

Homies

¿Quién dijo que en la distancia no hay amigas? ¿Quién dijo que para que una amistad sea de verdad tiene que haber contacto físico?
Un comentario por aquí, una carcajada por allá, riñas, risas y temas serios, pero siempre de frente y sin tabúes. Así son ellas. Locas, divertidas, maduras, sensatas, fieles y sinceras. Da igual cuanto pueda doler la verdad, no maquillan sus sentimientos, pero siempre con el cariño y la confianza de una buena y sana amistad.
Jadi... Mi Jadita, la leona de Jerez. Sabe poner su puntito picante de locura en cada momento. No utiliza máscaras y es capaz de hacerte reír aun en los momentos menos dulces. Seria cuándo tiene que serlo. Una loca sin remedio.
Lala... Lalita! Inocente y demasiado buena. Coloca una sonrisa en el grupo desde muy temprano. Dulzura sin fin. Y es que es de aquellas amigas que tod@s querrían tener en sus vidas. Diplomacia y elegancia.
Uxía... Uxi, Uxi... Si no le gusta algo, jamás tendrá problemas para decirlo, es... Una loca muy cuerda. Sabe hasta donde llegar manteniendo sus ideas y convicciones. Pone paz cuando el grupo lo necesita, amansa los ánimos, pero también los caldea si lo cree conveniente.
Nadhira... Nadhi simplemente enamora. Confianza a primer contacto. No pretende llevar la vida de nadie, pero que dejen la suya en paz. Claridad y honestidad. Nadhi vive de frente pensando que a quien le guste, bien, y a quien no, pues que mire hacia otro lado.
Todas muy diferentes, pero con algo en común y es la belleza. Pero no la belleza exterior, de la cual van sobradas; si no de la más importante, una belleza interior envidiable y toda esa belleza está encerrada en unos inmensos corazones, llenos también de respeto máximo. De eso no cabe la menor duda.
No todo el mundo tiene la suerte de tener unas 'homies' como las mías, así que me siento afortunada, por tenerlas cada día, casi a cada minuto. Yo creo que, ni elegidas hubiésemos caído tan bien. Cada una con sus cosas, sus risas y sus calentamientos de coco. Cinco historias distintas que tuvieron la inmensa suerte de encontrarse. De todo un poco. Y es que así son mis 'homies', diferentes y únicas y con una personalidad que ya quisieran muchos y muchas. Y es que... ¡Ellas son muy grandes!

lunes, 20 de abril de 2015

Es cuando estoy contigo...

Es cuando me hablas, cuando mi mundo gira más despacio y las nubes que intentan hacer de mi día un día nublado, se esfuman y desaparecen dando paso a un sol espléndido.
Es cuando me miras, cuando me pierdo en la profundidad de tus ojos, la misma que me atrapa y de la cual no quiero salir y es entonces, cuando  le pido al tiempo que se detenga en ese mágico instante.
Es cuando me acaricias, cuando toda mi piel se pone de gallina y me siento mas segura que nunca, cuando los suspiros se escapan al aire en un viaje sin retorno.
Es cuando me besas, cuando definitivamente quiero parar el mundo, detener las agujas del reloj y atesorar cada roce de nuestros labios como si del último se tratase.
Es cuando me abrazas, cuando no quiero salir del abrigo de tus brazos, que me rodean diciéndome que estás ahí, como si trataras de protegerme de todo aquello externo a nosotros y que está fuera de nuestro mundo.
Es cuando me sonríes, cuando me doy cuenta que la perfección sí existe y se dibuja en tu cara, trazando en tu rostro la más dulce y maravillosa de las sonrisas.
Es cuando pienso que estás conmigo, cuando no necesito nada más, que estás y por eso soy feliz.
Y, sobre todo, es cuando estoy contigo, cuando real y verdaderamente, SOY.

P.D. Es lo que tiene soñar contigo... Que me despierto inspirada.



sábado, 4 de abril de 2015

Y entonces caigo en la cuenta...

Y te veo sonreír... Y es entonces cuando caigo en la cuenta de que quiero ser la razón de muchas de esas sonrisas, que no quiero otra que no sea la tuya... Y caigo en la cuenta de que me gustas cuando te "enfadas" y me miras de reojo esbozando una sonrisa... Y me miras fijamente, aun sabiendo que ello me pone un poquito nerviosa. Y de nuevo caigo en la cuenta de que es en la claridad de tu mirada verde donde siempre quiero verme reflejada.
Y sé que es lo que quiero. Porque cada minuto junto a ti se convierte en un abrir y cerrar de ojos y cada momento que paso lejos de tu lado se convierte en una vida entera. Y es que a tu lado me siento dichosa, querida, puede incluso hasta que exagere, pero puedo decir que me siento la mujer más feliz del mundo.
Y es que no cambiaría nada de ti, porque después del vendaval llega la calma y tú eres esa calma que yo necesitaba. Tanto camino recorrido, tantas espinas y lágrimas, tantos tropiezos hasta llegar a ti. Y hoy digo que, si para llegar a ti no he podido ahorrarme el dolor y el sufrimiento pasado, todo, absolutamente todo ha merecido la pena si eres tú quien estaba ahí para cogerle de la mano y caminar conmigo.
Y de nuevo caigo en la cuenta de lo caprichoso que puede ser el destino, al que un día se le antojó que tú y yo cruzásemos más que palabras y miradas. Y es entonces cuando caigo en la cuenta que tú estabas ahí para mi, y yo llegué para ti. Y es entonces, cuando sonriendo caigo en la cuenta, que irremediablemente, te quiero.
Y no se si te quiero como nunca quise a nadie, porque nunca sentí así. Porque todo me parece demasiado bueno para vivirlo yo. Porque tengo miedo de que sea un sueño y al despertar, el sueño se desvanezca, y con el.
Y por último, caigo en la cuenta de que un sueño no puede ser tan real, tan real como esto que siento, que sentimos. Y es que te lo repito una y otra vez, eres casualidad más bonita que llegó a mi vida. Y no, no es casualidad que te quiera como te quiero porque que andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.... ¡Qué gran verdad!