jueves, 25 de junio de 2015

Añoranza...

Tristeza, pena, añoranza... En estos días en los que los niños llegan para pasar sus "Vacaciones en Paz" y tú no llegarás. No subirás a ese avión que durante  cuatro maravillosos veranos te trajo con nosotros, con tu familia de España.
Y en estos días, vienen a mi mente esos días previos a tu llegada, esos momentos de nervios y ansias por abrazarte, el llegar de madrugada al aeropuerto y mirar cien veces a que hora llega el avión, el buscarte entre los niños cuando empiezan a salir, algunos temerosos otros, buscando la cara de algún familiar que le espera... Y de pronto ahí estabas tú y tu eterna sonrisa.
Viene a mi mente ese primer encuentro, tú tan pequeñita, yo con la ilusión de la primera acogida. Y me enamoré, si me enamoré de ti al verte, y sobre todo al conocerte.
Hoy, me alegro por todas esas familias que esperan a sus niñ@s en estos días, pero me entristece enormemente saber que yo no viviré esos maravillosos momentos de espera, de reencuentros.
Y me pregunto, ¿cuánto tiempo tardaré en acostumbrarme a no esperarte cada verano? ¿cuánto tiempo  tardaré en darme cuenta que ya no eres esa niña pequeña con coletas que vino por primera vez?
Y lo que más me cuesta es entender, ¿por qué te tocó una vida tan distinta a la mía?
Y pasará un verano y otro y otro y seguiré echándote de menos, esperando ese reencuentro que espero no tarde en producirse, deseando ese abrazo que espero darte más pronto que tarde. Porque aunque crezcas, aunque pasen los años, siempre SIEMPRE la respuesta a tu pregunta: "¿Yo todavía soy tu princesa?" Será SI. Porque ni el tiempo ni la distancia cambiará nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario