lunes, 26 de enero de 2015

Y me encontré con un mago...

Pues si, últimamente escribo poco pero esto de ir todo el día con la sonrisa de oreja a oreja me ocupa, por fortuna, demasiado tiempo.
Y sí, ahora tengo un buen motivo para ir caminando por la calle y reír, simplemente porque algún momento vivido contigo se me venga a la mente de repente...
Tal vez no te consideres mago, pero siembras mís días de ilusión, ilusiones de colores, sacando sueños de la chistera con esa varita mágica que es tu mirada, tu sonrisa, tu manera de hablarme,  de mirarme, de hacerme feliz...
Por eso, una y mil veces, bendigo aquel día en el que la casualidad hizo que nos encontrásemos... Aunque yo prefiero pensar que no fue casualidad, sino que tú y yo debíamos encontrarnos.
Y hoy por hoy, no cambio ni un día contigo por nada, ni pasado ni futuro.
Gracias por tus sonrisas, por tus palabras, por tu sinceridad y por hacerme saber a cada minuto que estás ahí. Por hacer que como por arte de magia, mis lágrimas desaparecieran dando paso a al brillo de mis ojos, brillo que ya estaba perdido, y como en un truco de magia devolverme una ilusión ya casi perdida.
Pero tengo que decirte algo, y es que desde que llegaste a mi vida no tengo tiempo para pensar ni escribir, porque desde que tú estás ocupo todo mi tiempo en ser feliz. Y a partir de este momento te declaro culpable... Culpable de tenerme siempre en las nubes con los pies en la tierra, culpable y responsable de todos mis "te quiero" y cumplirás la condena de aguantar mis besos, mis abrazos y de mis ganas y esfuerzos por hacerte inmensamente feliz.
Y perdonad si no escribo tan a menudo como antes, pero me encontré con mi particular mago, y estoy ocupando mi tiempo en ser feliz. 





jueves, 8 de enero de 2015

62 dias...

Hoy, 8 de enero, hace exactamente 62 dias de aquella maravillosa casualidad que quiso que nos conociéramos.
62 dias de ilusiones, de besos y sonrisas.
1488 horas de las que no cambiaría ni un solo segundo. Porque cuando la ilusión ya estaba tornándose gris, llegaste tú poniéndole mil colores a cada uno de mis días.
Y, ahora más que nunca, creo en las creo en las casualidades, y que la vida puede dar un giro de 360 grados cuando menos lo esperas.
Y asi espero seguir cumpliendo días contigo, viviendo momentos maravillosos junto a ti y compartiendo risas y secretos.
Porque apareciste cuando no buscaba, y ahora, si volviera atrás buscaría para encontrarte.
Y es que ya lo dice el dicho,  "después de la tormenta siempre llega la calma" y en ti encontré esa calma, la suerte de saber que cada día tengo a alguien que me hace feliz y que, a la vez, sé que ese alguien es feliz conmigo.
Porque te quiero, y quiero que estos 62 dias se conviertan en 62 millones de días contigo, viendo tu sonrisa y ese brillo en tus ojos que me encanta.
Gracias, gracias por ser la más bonita de las casualidades. Y es que, desde que apareciste, creo en el destino.