sábado, 21 de marzo de 2015

Un adiós incompleto y la esperanza de un reencuentro...

Y hoy tengo la necesidad de escribir... De escribir sobre esa espinita que me acompaña desde que te fuiste. No pude despedirme de ti como en ocasiones anteriores lo había hecho. Fue una despedida atropellada, incompleta... Un adiós prematuro y de prisa. Yo volaba al frío Londres, tú a la calurosa hammada. Y nos separamos. Tu llorabas, mi avión salía... Pero nos separamos con la esperanza de un próximo verano, de que en diez meses volveríamos a abrazarnos, volveríamos a reencontrarnos. Ese verano nunca llegó. Nunca volví a abrazarte, nunca mas sentí un beso tuyo. Y tú te haces mayor. Y la esperanza de volver a verte se disipa como el humo y duele... ¡Vaya si duele!
Y el no haber podido despedirme de ti 'como dios manda' me martillea en el pensamiento, y me entristece el pensar que no sé si alguna vez tendré la oportunidad de darte tantos besos y abrazos como te debo, de contarnos tantos secretos aún silenciosos, de compartir miradas cómplices y sonrisas pícaras que guardan palabras no dichas.
Hoy, encontré fotos tuyas y se te ve tan pequeñita... Y yo no puedo evitar sentirme triste aún cuando mantengo esa  mínima esperanza de volver a sentirte entre mis brazos.
Y sueño... Y sigo soñando con ese momento en que te vuelvo a ver, como sería ese reencuentro... Aquí o allí, pero juntas de nuevo. Y que ese adiós que apenas nos dijimos se torne en lágrimas de alegría. Y sueño... Y mientras sueño mantengo viva la esperanza de poder verte algún día. Te quiero princesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario