jueves, 12 de julio de 2018

Pequeña Mantu

PEQUEÑA MANTU...
No imagino como pasas estos días en los que el calor pasa la barrera de los 50°. No puedo, ni tan siquiera hacerme una idea, como tu madre , (mi hermana) afronta sus últimos días de embarazo antes de que nazca esa personita que te hará hermana mayor. La recta final del embarazo, las condiciones infrahumanas en las que vive tu pueblo y el calor sofocante del desierto.
No es justo. No es justo que, por culpa de la política e intereses de unos cuantos, con los que nada comparto, no puedas crecer libre, junto a tus hermanos, tus padres y demás familia. No es justo que siendo tan pequeña, tengas que sobrevivir entre jaimas de lona, casas de adobe y el enfurecido siroco. No es justo, que hayas nacido refugiada.
Pérdoname, pequeña Mantu, porque me siento culpable de no poder darte la infancia que todo niño merece, por no poder sacarte de allí, por no poder darte ese soplo de aire fresco, tan necesario en estos momentos. Si supieras, pequeña Mantu, cuánto os pienso cuando oigo a la gente quejarse del "tremendo calor" que hace aquí... ¿Qué sabrán ellos de calor? Si nunca han tenido que soportar las altísimas temperaturas que tu menudo cuerpecito está soportando estos días.
Ojalá pudiera volverme brisa fresca y aliviaros de ese infierno, buchito de agua fresca, para calmar vuestra sed, árbol grande y fuerte para daros buena sombra, y mar... ese mar vuestro que os espera. Nada me gustaría más, pequeña Mantu, que verte en él jugando con las olas sin parar de sonreír.

1 comentario:

  1. Algunas veces en la vida los recuerdos nos transportan a días mágicos... Incluso aunque sea a una simple estación de autobuses desértica del desierto.

    ResponderEliminar